Los protectores sirven para proteger las patas de tu caballo de cualquier golpe o enganche y en algunos casos, para sujetar los tendones y evitar lesiones.

Su uso es el más recomendado para un ejercicio diario, debido a su fácil colocación y rapidez a la hora de limpiarlos.

Existen protectores que protegen la pata entera de tu caballo, como los protectores cerrados, que protegen el tendón, la caña y los menudillos.

Y otros que únicamente están diseñados para darle una máxima protección a una zona concreta de la extremidad que se encuentre en riesgo de lesión, como los protectores abiertos que protegerán únicamente los tendones.

El inconveniente que pueden ofrecer, es que a parte de ser más rígidos, pueden causar a nuestro caballo algún tipo de problema en su piel si le entra algo de barro.

Respecto a los materiales de los que están realizados, actualmente se emplean materiales sintéticos como el neopreno. Éste posee una gran capacidad de absorción del golpe, son cómodos de llevar y muy fáciles de limpiar.

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